sábado, 30 de marzo de 2013

sociedad muy critica

     ACTUALIDAD    DE    HOY       HISTORIA   DE  MAÑANA
La UE ha demostrado con Chipre que nadie puede llamarse a engaño: los fiascos de sus bancos -los fiascos del capitalismo para ser más precisos-, se pagan entrando a saco en las cuentas corrientes de los ciudadanos. Tras los habituales globos sonda y desmentidos, Bruselas confirma que estudia aplicar a otros países esa “contribución de los ahorradores”. Incluso existe un apoyo global a la medida del Ministerio de Economía español. Es decir, al cobro en especie, como nos venían practicando, se añade ahora el saqueo directo. La UE incurre en dos graves contradicciones para su ideario: no respetar ni la propiedad privada, ni la libre circulación de capitales. E induce a guardar los dineros en lugar seguro: ¿los bancos alemanes? 


Europa fue –y aún es- una idea esplendorosa que ha caído abatida por los errores –intencionados, la mayoría-. Partimos de su pecado original: constituirse en una unión económica que nunca ha logrado trasladarse a lo social. Añadamos el fuerte nacionalismo de sus componentes. Y, como guinda, el predominio de la potente Alemania que, en particular desde el inicio de la crisis, pincha y corta a su antojo. Con la aquiescencia general, desde luego.

Fue Alemania, su canciller Angela Merkel, la que introdujo en nuestras vidas la “austeridad” dándole carta de naturaleza definitiva en la cumbre del G20 en Paris en 2011. Con ella tapaba bajo siete mantas de amianto la peregrina pretensión de “refundar” el capitalismo que se había alumbrado tras el desplome de Lehman Brothers y todo el sistema financiero internacional en 2008.



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