martes, 11 de abril de 2017

LAS POESIAS DE LA MUERTE

REFLEXIONAS   POR  QUE  TE  DA  LA  GANA 
 
Bajo el mínimo imperio que el ver no ha roído
se derrumban los días, la fe, las previsiones.
En el último valle la destrucción se sacia
en ciudades vencidas que la ceniza afrenta.

La lluvia extingue
el bosque iluminado por el relámpago.
La noche deja su veneno.
Las palabras se rompen contra el aire.

Nada se restituye, nada otorga
el verdor a los campos calcinados.


Inevitablemente, la muerte, con su traje de luto ha sido un tema en el cual se han inspirado los grandes.
Todos los poetas en todos los tiempos le han cantado, acaso intentando conjurarla. Y en la imposibilidad de su propósito , la hacen obsesión. La muerte impone su presencia y sus modales, su sonrisa



Recuerde a tu alma dormida
avive el seso y despierte
contemplando,
como se pasa tu  vida,
como se viene la muerte
tan callando:
cuán prestoyu placer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parecer
cualquier tiempo pasado
fue mejor.

La muerte es sólo un niño
de cara triste
un niño
sin motivo
sin miedo
sin fervor
un pobre niño viejo
que se parece
a Dios.

A veces
sin embargo
es tan sólo un silencio
sin pasado
sin molde
sin olor
un silencio en que ladran
los perros
esos perros
y uno se pregunta
quiénes son.

Otras veces.

Otras veces
es una niebla espesa
que se mete en los ojos
que destruye la voz
y lo arrincona a uno definitivamente
bueno
definitivamente no
tan sólo hasta que uno
se siente
sin amor.

A veces.

Pero es raro.
Por lo común la muerte
es solamente un niño
de cara triste
un niño
que sale de la noche
sin motivo
sin miedo
sin fervor
un pobre niño viejo
que deja caer su mano
sobre mi corazón.