miércoles, 1 de julio de 2015

ENTENDIMIENTO Y VOLUNTAD EN EL CODIGO HUMANO

  1. PALABRAS EN FILOSOFIA
     
     Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.
    "resuelvo divisiones y muplicaciones embrolladas que desafían al entendimiento"
    sinónimos:

  2. 2.
    Capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad.
    "el marido se había ausentado porque en los brazos de ella sentía como si una gran sima le sorbiese el entendimiento"
     
     rados o procedimientos del pensar distinguidos en algunos sistemas de la filosofía premarxista. Por entendimiento se suele entender la facultad de razonar con acierto, de argumentar, de exponer sistemáticamente los propios pensamientos. Por razón suele entenderse la facultad de encontrar las causas y la esencia de los fenómenos, la facultad de examinarlos en todos sentidos, de descubrir la unidad de los contrarios. Los gérmenes de semejante división se encuentran ya en Platón, Aristóteles y Nicolás de Cusa. Ocupan un lugar especial en la filosofía de Kant y de Hegel. Según Kant, las sensaciones, que surgen gracias a la acción de la «cosa en sí», incognoscible, sobre los órganos de los sentidos, se ordenan con ayuda de las formas apriorísticas de la sensibilidad (el espacio y el tiempo) y del entendimiento (las categorías de unidad, multiplicidad, causalidad, posibilidad, necesidad y otras). El entendimiento da forma al contenido sensorial y por esto entra en conocimiento de las cosas no como son, sino como aparecen. El ulterior movimiento del conocer es posible gracias a la razón, formas de cuya síntesis son las ideas de alma, de mundo y de Dios. La mente del hombre, al intentar conocer los objetos de dichas ideas, se encuentra con contradicciones insolubles (antinomias). El camino hacia el mundo de las «cosas en sí» también está cerrado para la razón teórica. No queda más remedio que recurrir a la «razón práctica» y ampliar la concepción del mundo a expensas de la fe. Según Hegel, el entendimiento no va más allá de la determinación inmóvil, de la identidad y de la universalidad abstractas, de los contrarios estancados, separados entre sí (esencia y fenómeno, necesidad y casualidad, vida y muerte, &c.). 
     
    El pensamiento intelectivo, sin embargo, no basta; constituye sólo un grado necesario que permite elevarse más alto, hacia las formas racionales del conocimiento. El aspecto dialéctico negativo racional del pensamiento consiste en que las determinaciones unilaterales y limitadas se superan a sí mismas, y en el tránsito a su contrario. El aspecto especulativo positivo-racional del pensamiento contiene en sí, superados, aquellos contrarios más allá de los cuales no va el entendimiento, y precisamente con esto se revela como lo concreto y la totalidad. El marxismo, a la vez que rechaza el idealismo de Hegel, valora en mucho su crítica de la metafísica, y la dialéctica contenida en la doctrina hegeliana del entendimiento y la razón. Fantasía: actividad mental creadora de carácter desbordado. Se la considera como una de las clases de imaginación. Según Aristóteles, primer filósofo que reflexionó en profundidad sobre la fantasía, era ésta una facultad del alma capaz de formar imágenes en la conciencia -los fantasmas- sin que estuvieran presentes los objetos. El estagirita consideró que la fantasía cumplía una función ligada a la facultad apetitiva de los animales superiores, puesto que sus imágenes producían una anticipación de los objetos deseables; la fantasía humana formaba parte de su sensibilidad interna, aunque las imágenes producidas sirviesen de soporte a los conceptos. El pensamiento estoico entendió la fantasía en su sentido más literal, como aparición o representación, por lo que de hecho fue equiparada a la percepción. Los estoicos distinguieron dos clases de imágenes: 1) las verdaderas o “catalépticas”, que se correspondían con los objetos que las producían, y 2) las falsas, generadas fortuitamente. Las fantasías catalépticas llevaban en sí, según los estoicos, la señal inequívoca de la verdad (una suerte de evidencia). La escolástica -y sobre todo, los tomistas- siguieron la concepción aristotélica del sentido interno, a partir de la cual se explicó cómo se producía el paso del conocimiento sensible al conocimiento intelectual.


     Kant identificó la fantasía con la imaginación en general. Más tarde, Freíd la caracterizó como un mecanismo de defensa que sirve para satisfacer simbólicamente, en el plano imaginario, un deseo reprimido.
    Fe: creencia en algo indemostrable. Desde san Pablo tiene un sentido teológico, por lo que se entienden comúnmente por la adhesión a los dogmas de una creencia religiosa. La fe figura entre las virtudes teologales del catolicismo (junto con la esperanza y la caridad); además es considerada por los cristianos como un don de Dios, que sólo se posee cuando el fiel entrega su confianza a la divinidad. La relación entre la razón y la fe fue la cuestión principal del análisis filosófico cristiano, desde los primeros Padres de la Iglesia hasta finales de la Edad Media; las actitudes más abiertas consideraron que la razón, aunque subordinada a las verdades de la fe, podía ayudar a la comprensión de ésta, pero otros despreciaron la capacidades de la razón en aras del ensalzamiento de la verdad revelada.
    Felicidad: estado de ánimo que colma al sujeto de satisfacción (las connotaciones materiales del término suelen diferenciarlo de la beatitud, que sería un estado de paz interior en sentido religioso o sobrenatural). A lo largo de la historia de la filosofía, numerosos autores han considerado la felicidad como fin último de la conducta humana; sin embargo, más que definiciones de la felicidad, existen desde antiguo afirmaciones de que el hombre busca la felicidad y descripciones del modo de llenar el contenido de la felicidad o de la manera de alcanzarla (ora por la posesión de bienes más o menos externos al sujeto, ora por medio de algo que se halla en el interior del ser humano). 
     La importancia de las disposiciones de la voluntad para acceder a la verdad es tanto mayor cuanto más relevante sea para la persona la verdad en cuestión, como sucede con la verdad sobre la existencia de Dios. La proposición de esta verdad provoca en la persona que la escucha una actitud radicalmente distinta de la que puede suscitar, por ejemplo, una verdad matemática. La primera tiene una relación más íntima con la vida personal: la persona no permanece indiferente ante ella, se siente interpelada, y experimenta que le exige una respuesta. Pues bien, esta respuesta dependerá, en gran parte, de las disposiciones morales de la persona, es decir, de sus virtudes morales.
    La voluntad puede estar bien o mal dispuesta de modo pasajero, por una pasión; o de modo más estable, por una virtud o un vicio. En un momento de enfado, por ejemplo, la ira impide que se realice un juicio tan objetivo como el que se realizaría en un estado de serenidad. Esto sucede porque la pasión mueve a la voluntad a querer o a odiar algo, y si la voluntad se deja dominar por la pasión, ejerce su influencia sobre el entendimiento para que juzgue de un modo o de otro. Por eso, para ver la verdad es necesario hacer el silencio en las pasiones desordenadas.

    Si un desorden pasajero de la pasión nos impide ver la verdad, mucho más los vicios, que son cualidades permanentes de una voluntad esclava de las pasiones. Es verdad, como decía Lope en uno de sus innumerables dramas, «que los vicios ponen a los ojos vendas». Las virtudes, en cambio, dan a la voluntad el dominio sobre las pasiones, le proporcionan connaturalidad con el bien, una predisposición afectiva gracias a la cual la voluntad está pronta para amar el bien, y de ese modo influye positivamente sobre el entendimiento en su búsqueda de la verdad.
    Al mismo tiempo que se va cegando para ver la verdad, puede suceder que la persona trate de justificar con falsos razonamientos su opción por el rechazo de la existencia de Dios, adaptando así su pensamiento a su modo de vivir, pues experimentamos necesidad psicológica de coherencia entre el pensamiento y la vida.
     
     
    Demócrito afirmó que “la felicidad no consiste en ganados ni en oro. El alma sí es residencia de la suerte” Sócrates y Platón introdujeron definitivamente la idea de que el hombre no halla la felicidad en la satisfacción de sus necesidades físicas, sino en la armonía interior que produce la aceptación de un mundo moral. La felicidad, como indicaba la palabra eudaimonia, era algo relacionado con el buen daimon interior, el carácter o la personalidad del hombre que lo hace excelente en areté: el justo es feliz, el injusto es desgraciado. Por ello, el tirano, el más injusto de los gobernantes, es también el más infeliz de los hombres. Boecio volvió a señalar la felicidad como fin último, al definirla como “cifra y causa de todo lo que se desea”. Siglos más tarde, el formalismo kantiano prescribió que lo importante no era llegar a ser feliz, sino ser digno de ello
     
    El término intelecto fue usado por primera vez en la escolástica medieval para traducir la expresión Νους que los griegos contraponían a Διανοια, es decir, la razón discursiva que construía sus premisas con base en un precedente conceptual. De Νους se habla por primera vez en la filosofía griega antigua con Anaxágoras que lo refiere a un pensamiento, a una divinidad ordenadora que interviene para transformar el caos inicial en cosmos, en universo ordenado. Platón define al Νους como “intuición” de las formas ideales.
    El griego Aristóteles le atribuyó al entendimiento la capacidad de leer dentro: cuando afirma que el entendimiento logra penetrar en la interioridad, captar aquello que tiene el ser per se, es decir, la sustancia, el sustrato que permanece siempre único e idéntico a sí mismo, prescindiendo de las particularidades exteriores.


    no entiendo como con los nuevos artistas y nuevos realizadres que hayn en españa , no se dan mas subencines para el cine esopañol y si para el cine europeo, el cine español esta muerto y es culpa no solo de la mala calidad de su cine si no tambien de la mala gestion del gobierno en materia de cultura ,, por que la cultura española esta muerta tambien.. En cuanto a la pelicula de Almodovar es una canallada total y un insulto a la inteligencia del ser humano, por cierto , creo que Victor santos esta en lanzarote viviendo verdad???. vaya favor que os ha hecho el almodova.
    Entendimiento: de manera general, facultad de comprender. En filosofia clásica se opone a la sensación y se distingue de la razón ya que ésta última abarca los objetos más elevados, mientras que para el entendimiento quedan reservados los dominios de la lógica y de las ciencias. Para Kant, el entendimiento que no se confunde con la razón tiene como función el elegir los datos de la sensibilidad con la ayuda de las categorías a priori: “Todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, allí pasa al entendimiento y concluye en la razón.”
    Escepticismo: concepción filosófica según la cual, la certeza no puede obtenerse. Se opone a dogmatismo cuando niega la posibilidad, y por tanto la existencia, de todo conocimiento.
     
    yo he realiozado cortos 6 en siate años.el primero se lllamaba "las cienagas tenebrosas",lo hice con solo 17 años me costo 17000 pts de antes, lo monte con un videograbador de doblepletina,le fallaban los efectos, la tecnica no era buena pero el guion era lo mejor que tenia,...el 2 corto que hice se llamaba --"los plantigrados" este fue mi corto mas caro lo grabe con camara vhs semiprofesional,y con una camara betacam, duraba 20 minutos me costo 52000 pts de antes, lo lleva a varias muestras de cortos y no tuve ningun permio , los premios me llegaron cuando hice el 3 corto ""la escalera de caracol"" este si fue muy bueno me costo 148020 pts con actores que se estaban preparando en escuelas de interpretacion y duraba 39 minutos tuve un premio con el pero me sirvio para seguir con ganas de hacer mas.
    En la filosofía neoplatónica (en particular con Plotino) el Entendimiento es la segunda hipóstasis, el nivel de realidad que posee más plenamente pensamiento y ser. Es múltiple, en cuanto está compuesto de diversos objetos inteligibles o arquetipos, pero es más unitario en relación con el nivel sucesivo, el alma, porque cada inteligible se conoce a sí mismo unido a los demás. Posee una forma de pensamiento intuitiva y perfecta, no discursiva y no necesariamente ligada a las categorías de espacio y de tiempo.

    El entendimiento y la voluntad es una cuestión que requiere volver a ella una y otra vez para no generar confusiones, reduccionismos y, lo que es más importante, dar una visión correcta de la conducta humana. Decimos – se dice – que la voluntad se dirige siempre hacia aquello que la inteligencia le presenta como bien o, al menos, bajo la apariencia de bien. La voluntad por sí misma nunca se mueve hacia la acción si no es por la captación intelectual del bien. Esto es así, porque nunca se quiere aquello que antes no es previamente conocido. En consecuencia es el entendimiento y sólo el entendimiento quien pone en movimiento a la voluntad.



    El hecho de que la tendencia a la búsqueda de la verdad sea propia del hombre en cuanto ser racional, no quiere decir que se realice exclusivamente con la razón. Si bien la persona conoce por medio de su entendimiento, quien conoce es la persona, y esta no solo posee entendimiento, sino también afectividad: voluntad, pasiones y sentimientos. Todas las facultades de la persona —cabeza y corazón- se relacionan de algún modo con la verdad. De ahí que el conocimiento intelectual implique problemas de moralidad.
    Cuando una verdad se presenta al entendimiento, entra en juego la voluntad, que puede amar esa verdad o rechazarla. Si la voluntad está bien dispuesta por las virtudes, la acepta como conveniente, e incluso puede mandar al entendimiento que la considere más a fondo, que busque otras verdades que la corroboren, y, por último, si es necesario, ordena la conducta de acuerdo con esa verdad.
    Por el contrario, si la voluntad está mal dispuesta, tiene mayor dificultad para aceptar la verdad y puede incluso rechazarla como odiosa. En efecto, una verdad particular puede resultar repulsiva cuando aceptarla impide a la persona gozar de algo que desea. «Es el caso de los que querrían no conocer la verdad de la fe para pecar libremente, a quienes el libro de Job hace decir: «No queremos la ciencia de tus caminos». Cuando esto sucede, es fácil que la voluntad incline al entendimiento a pensar en otra cosa, o a ver los aspectos negativos de la verdad que considera. El resultado es que la persona no «ve» la verdad porque no quiere verla.
    De todos modos es necesario también evitar en todo lo posible aquella falsa creencia que considera la voluntad supeditada, subordinada, a la inteligencia. La voluntad posee dominio sobre sí misma, en ella está la capacidad, la disposición de seleccionar o elegir, de querer o no querer el bien o los bienes presentados por el entendimiento como bien nos expresa el Aquinate en la Suma Teológica. Esto quiere decir que la voluntad, lejos de ser efecto del intelecto, es causa de su mismo obrar, de su elección. Pero su autonomía no se queda aquí, sino que es ella la que mueve a las otras potencias cognoscitivas, ya sean de orden sensible o intelectual.


    Idealismo: doctrina filosófica que concibe la realidad -y pretende explicarla- como una idea. El idealismo reduce la realidad al pensamiento o considera que el conocimiento de la realidad parte del pensamiento.
    Ilustración: movimiento filosófico e intelectual del siglo XVIII (o Siglo de las Luces), caracterizado por su racionalismo práctico. La ilustración coincidió con el período histórico de la revoluciones burguesas (transcurrió entre la inglesa de 1688 y la francesa de 1789).
    Imaginación: facultad de la mente para producir imágenes relacionadas con anteriores percepciones. Descartes definió la imaginación como la facultad del intelecto para representarse las cosas sensiblemente (frente al entendimiento, que es capaz de formar ideas claras y distintas).
    Impresión: sensación producida por los objetos en los órganos sensoriales.
    Indeterminado: aquello que no tiene definición
    Individualismo: corriente filosófica que atribuye la primacía al individuo frente a la colectividad.
    Infinito: aquello que no tiene fin.