viernes, 3 de marzo de 2017

UNA VEZ ES DEMASIADO



Hace mucho tiempo un gran escritor dijo “la vida es un escenario y nosotros sus autores” pero si alguien se oculta tras una mascara ¿terminará olvidando su verdadero rostro?

HoY,  YO  VICTOR  PIENSO
 Y  me pregunto si saldrá el sol para mi o seguirá nublado?
Estoy cansada…realmente cansada…agotada, quisiera dormir y dormir, por horas, por días y despertar en una nueva vida, con otro pasado y pensando en otro futuro…



Quién dijo que la vida era fácil? ¿Qué la vida era sencilla? Todo cambia, nada permanece estable por mucho tiempo, lo que hoy es bueno mañana es malo…quien hoy te ayuda mañana te da la espalda.
Debería abrirme las entrañas y sacar de ellas mi alma, y mostrarle al mundo que no soy un mounstro maquinal.

Después de todo supongo que en este mundo, haber perdido las alas y el norte no pueden significar mayor cosa.

No hay dolor más profundo que por alguna razón no podamos compartir…
No hay sufrimiento más punzante que el provocado por aquello que no podamos confesar.

Pero cuándo nos armamos de valor y le hablamos a laguién de esos secretos que nos atormentan…
Hemos dado el primer paso para sanar de ellos.

Es muy doloroso estar encerrado entre cuatro paredes separado de los demás, pero también es terrible vivir atrapado dentro de uno mismo sin poder comunicarte con tus semejantes.

Siempre es triste l verdad…pero no tiene remedio, nada es para tanto ni nada es para siempre, no sé que es lo que pasa, pero cada día veo que pierdo el tiempo, de estar en un lugar limitado…pero solo es mejor un fin con dolor que un dolor sin fin.

EL TERROR DE UN PRESIDENTE MALIGNO Y TODO LO QUE YA SABEMOS

NO  ES NADA  NUEVO.
QUE  YA  SABEMOS  COMO  FUNCIONA  UNA  DICTADURA.

La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador) o élite, generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la independencia del gobierno respecto a la presencia o no de consentimiento por parte de cualquiera de los gobernados, y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.


Históricamente, "dictadura" hace también referencia a la magistratura extraordinaria de la Antigua república romana, de donde cobra su origen.
 En casos de guerra o estados de emergencia, el Senado romano dotaba a un hombre de poderes absolutos durante un periodo máximo de 6 meses, sin que por ello quedase derogado el ordenamiento político y jurídico existente.

Hoy día es frecuente que se apele a una situación extraordinaria para legitimar la duración, normalmente vitalicia, de una dictadura (guerra, confrontación, peligro, crisis, etc)
Igualmente suele enaltecerse al dictador como alguien sacrificado, capaz de entregar su propia vida por su pueblo, y a menudo se le rodea de cierta sobrenaturalidad de carácter militar y religiosa; y especialmente en estos casos se pretende la sucesión en otro dictador.
 Según las características que presente, puede ser una dictadura autoritaria o totalitaria.
Algunas constituciones democráticas, como la alemana de Weimar, preveían situaciones excepcionales que la justificaban, como excepciones a la utilización del término en su concepción de forma de gobierno contrapuesto a la democracia.

AL GRANO  CON EL TEMA  DE TRUMP
 
 Al 45º presidente de EEUU Soros le llamó "un dictador potencial que fracasará" debido a su intención de armar "una guerra comercial" que repercutirá profundamente en Europa y otros países del mundo

 Todos los que estamos en contra de estas dos definiciones, deberíamos calificar en estos términos, a todas las instituciones que están claramente compinchadas para idiotizar a la ciudadanía de occidente. Ellos las están utilizando ( MAFIAS Y TERRORISTAS ) en su interés y están promulgando leyes para coartar libertades con su retórica de calificar. de mafias y terroristas a todos sus adversarios 

 Desde finales del siglo XVIII, los fundadores de Estados Unidos sentaron la bases democráticas del país con instituciones tan sólidas, que la nación norteamericana nunca ha vivido una dictadura. Pero esto último no significa que no haya personalidades con inclinaciones dictatoriales, desde magnates de ciertas industrias multimillonarias hasta líderes sindicales que dominan masas enteras de trabajadores, sin dejar de mencionar a líderes comunitarios y religiosos. Estados Unidos tiene feudos extraordinariamente grandes y poderosos, que permiten a algunas de esas personas dar rienda suelta a sus ímpetus dictatoriales, ya sea a través del dinero o a través del poder, sin que la nación tenga que pasar por la vergüenza de tener a uno de ellos sentado en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

 Hasta ahora, la sabiduría del votante estadounidense ha mantenido intacta la base institucional del país. Nadie está por encima de la ley, aun cuando en ocasiones la justicia cometa errores. El presidente de Estados Unidos, quienquiera que sea, recibe una salario anual de 400 mil dólares, con casi todos sus gastos pagados por el gobierno. También el presidente tiene responsabilidades y preocupaciones que deterioran su salud y lo llenan de canas. Muchos líderes de esos feudos extraordinariamente grandes y poderosos, reciben miles de millones de dólares en ganancias y salarios ejecutivos, y manejan cientos, miles y hasta decenas de miles de empleados dentro y fuera de Estados Unidos. Bien por ellos. Vuelan en aviones parecidos al Air Force One del presidente -Donald Trump tiene tres y un helicóptero-, y tienen todas las garantías legales para desarrollar sus respectivas empresas, con el propósito de crear riquezas y empleos. De manera que para esos líderes, ser presidente de Estados Unidos no es una meta necesariamente atractiva.

 Por eso, quienes piensan que Trump es un dictador potencial, podrían tener razón. El magnate, con cuatro bancarrotas empresariales en su historial, no se expresa como normalmente lo haría un servidor público. No ataca ideas, no ataca fracasos con soluciones. Ataca a personas con palabras hirientes. Así han funcionado muchos dictadores que hemos conocido en diferentes épocas y latitudes, desde Adolfo Hitler, Benito Musolini, Saddam Hussein y Moamar Gadafi, hasta Rafael Leónidas Trujillo, Fidel Castro y Nicolás Maduro. Esa es la razón por la que la conducta de Trump despierta muchas sospechas.


Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no le basta con afirmar que “la prensa es el enemigo del pueblo”, tal como hizo el pasado 18 de febrero. Sus ataques contra ese adversario que ha construido desde que apenas iniciaba su campaña cada vez se vuelven más frontales.

Ayer la Casa Blanca prohibió a varios de los medios de comunicación más importantes de EE. UU. participar en un encuentro con la prensa, convocado por el portavoz del Ejecutivo, Sean Spicer.

Los diarios The New York Times y The Los Angeles Times, la cadena de televisión CNN, los portales web Político y Buzzfeed News, entre otros medios que están haciendo una cobertura crítica de las primeras semanas de la nueva administración, no fueron invitados a la reunión.

Por su parte, la agencia Associated Press, en señal de solidaridad con los colegas excluidos, no acudió a la cita aunque fue invitada. El corresponsal en la Casa Blanca de AFP logró entrar, a pesar de que la agencia francesa también había sido apartada.


Gobierno autoritario?

¿Es nocivo para la democracia que un presidente de Estados Unidos se enfrasque en un choque frontal con la prensa? Expertos consultados por EL COLOMBIANO difirieron.

Para Felipe Buitrago, politólogo y docente de la Universidad de Antioquia, “hay cierta persecución de los medios cercanos a los demócratas contra Trump. Hay un exceso de la Primera Enmienda (libertad de expresión), por lo que creo que el presidente usa el choque para abonar el terreno a una legislación que controle este tema. No es nocivo para la democracia por ser pocos medios los excluidos”.

Emilio Viano, docente de política internacional de la American University, difiere: “Como dijo el conservador John McCain hace una semana, esta fue la herramienta con la que dictadores empezaron a construir su imperio y a controlar la información. Sabemos que esto es muy común en todos los gobiernos autoritarios. No toleran opiniones distintas ni permiten el debate. Hay un riesgo visible sobre la democracia estadounidense”.