miércoles, 14 de marzo de 2012

ARTE DE BARRO { y lo que mas se experimenta }

vamos  a  tener   aqui  algunos ejemplos   de como  hacer   y  com o  contaer  que  se ahce  con el barro  y  sus  derivados.


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A lo largo de cientos de años las culturas que habitaron el territorio americano, ante de llegada de los españoles, fueron construyendo una riquísima, variada y sumamente creativa TRADICIÓN DE OBJETOS CERÁMICOS, ORNAMENTADOS CON IMÁGENES PROVENIENTES DE SUS MITOS

recomiendo  ver    y  conocer.

Ya que tienen la imperiosa necesidad de significar y trasmitir a otros el mundo que los rodeaba, sus costumbres y necesitan materializar sus dioses. Un vasto zoológico mítico es colocado en el Olimpo como dioses duales y a veces polifacéticos. AQUEL HOMBRE EDUCADO EN ESO CULTOS DEJA DE PERCIBIR A ESOS ANIMALES COMO TALES PARA INTERNALIZARLOS CON LOS ATRIBUTOS QUE LA RELIGIÓN LES HA CONFERIDO, TRANSFORMÁNDOSE ESTAS IMÁGENES EN EL DIOS MISMO


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Ese proceso de ritualización de los actos cotidianos, esa conversión de la realidad vulgar en un hecho extraordinario a través de la contemplación volcada en la palabra poética, esa mirada iluminada de lo rutinario gracias a la imagen que quiebra los bordes de lo racional, nos acerca a la purificación profana: “Me lavo las manos como si fueran estrellas de mar. / El agua corre por las manos / y se oculta entre las rocas, / creando lagunillas con los pájaros.” (p. 35)


La desacralización del ritual y la conversión de lo profano en sagrado se mueve hacia lo escatológico y, enmarcada en el silencio de la introspección, nos devela, en términos blasfemos, el sentido ritual de aquellos espacios socialmente despreciados, silenciados: “La taza del escusado / es el templo sagrado donde descansa el agua, / donde no necesitas ninguna respuesta, / donde todo está en total armonía.” (p. 37) Así, por efecto de la evocación poética, tenemos a la taza, sanitario, reservado, privado, retrete, inodoro —aunque su naturaleza es la de albergar olores fuertes, pestilentes— o, simplemente, letrina, convertida en un templo del agua, un lugar de purificación: el ser humano que se
busca permanentemente en todas partes, también se encuentra consigo mismo ahí, en ese lugar denigrado, las más de las veces nominado con circunloquios, silenciado.

La figura del espejo constituye otro espacio de encuentro del ser consigo mismo. Una suerte de matrimonio de imágenes, de conjugación de lo que se es y de lo que se quiere ser, de intento por tocarse el cuerpo a través del juego de complementariedad de uno mismo que es todo espejo: “Has conseguido unir / las dos fuerzas / en un matrimonio frente al espejo. // Has unido al azar / las fuerzas que se pelean: / la ternura y la abnegación / se dan la mano, / el deseo / un pálpito inconsciente.” (p. 16) El azogue es también el lugar para la fantasía, para ver en él no lo que existe sino lo que se quiere ver, para dar en él ese paso imaginario que, en el poemario, siempre está rompiendo los límites de lo real: “Mientras ves en el espejo un río lleno de peces. / Ha llegado el momento de recapacitar / como decir vagar / vaga / vagas incesantemente, / porque no eres el abrigo de lana que cuelga en el ropero, / ni eres las zapatillas de ballet escondidas en una esquina, / ni eres el viaje de un bisonte lleno de espanto.” (p. 33)


¿Cuál es la magia que poseen los espejos? ¿Cuál, ese secreto escondido que nos espera agazapado detrás de la imagen de nosotros mismos que el espejo nos devuelve con aparente inocencia? El espejo tiende a multiplicar lo que somos en su dimensión festiva y en su dimensión horrenda; ahí estamos prestos a ser reproducidos pero no para dispersarnos sino para complementarnos: ser nosotros y la imagen de nosotros mismos confrontados en el silencio: “El espejo queda / porque siempre queda, / No importa lo que busques / para completarte, completarnos, / porque sin importarle nada / cada noche te espera sin pedir nada.” (p. 73)


Pero el ser que se mira y se reproduce en el espejo es un también un ser transeúnte, un vagamundo que lleva en sí la memoria de los sabores culinarios, el inventario de las tradiciones que lo mantienen signado por una historia cultural y que anda con sus raíces a cuestas que, es como decir, camina con el peso leve del hogar sobre sí mismo para sobrevivir la diáspora histórica y la contemporánea:
El hogar lo cargas en la espalda
y el toldo de tu carpa
lo plantas en cualquier sitio del mundo.
Los berros, la cebollina, la lechuga
también los planto en cualquier sitio de la tierra.
Ese es el destino del que lee las cartas,
del que es nómada por tradición o por destierro,
del que no tiene rumbo fijo, y el mundo
es su casa. (p. 52)

La tierra, ya señalada como elemento de trabajo poético, está presente en una de las partes más dramáticas y cargadas de sentido histórico que es la dedicada a Trude Sojka, la artista de origen checo que vivió en Ecuador desde que fuera liberada del campo de concentración de Auschwitz y que legó su obra al Ecuador. Una parte importante del trabajo de Trude Sojka se sustenta en la memoria del Holocausto: se trata de que esa memoria del horror permanezca para que nunca más el ser humano sea capaz de un
genocidio de tal magnitud pues la artista checa incorpora también los otros genocidios, más recientes y menos conocidos en su memorial estético:

Cómo empezar a hablar de una mujer
de tamaño menudo que con sus manos
transforma el cemento en un acto
de dolor y memoria.
Cómo explicar sus manos abiertas
que adornan de guirnaldas el lienzo. (p. 48)

El barro, el elemento primigenio, es recuperado por las artistas, por Trude y por Ivòn, por la primera, en su el esplendor de su materialidad, por la segunda, en la extensión de la palabra poética, para perpetuar la memoria. ¿En qué consiste la blasfemia? Tal vez en la irreverencia que significa ennoblecer un elemento común para que sea el portavoz de aquello que, como humanidad, necesitamos perpetuar: “Cómo explicar sus manos en movimiento / creando monstruos del holocausto en el cemento.” (p. 48). Frente al horror,
Bienvenido a Arte en Barro
En nuestro sitio encontrará una variedad de piezas artísticas elaboradas en barro. Cada pieza encierra no solo arte, también el simbolismo y tradición de la cultura mexicana.
Las artesanías de Arte en Barro son elaboradas a mano, ofreciendo como resultado piezas únicas e irrepetibles llenas de colorido.
Lutita
La lutita es una roca detrítica, es decir, formada por detritos, y está integrada por partículas del tamaño de la arcilla y del limo. Las lutitas de color negro son las más comunes y su color se debe a la presencia de carbono (material orgánico).
Según su forma de fragmentación, las lutitas pueden ser físiles o no físiles. La lutita físil es aquella que se escinde en planos paralelos espacialmente próximos. La lutita no fisil, en cambio, se escinde en fragmentos o bloques.
































Hoy en día se habla mucho de la aplicación del arte, o de las técnicas artísticas, como terapia. En realidad no es nada nuevo. Puede ser que sí lo sea como formación, pero desde todos los tiempos el arte, o las técnicas artísticas, han sido además de un medio de vida y parte de nuestra cultura, una buena herramienta en el trabajo de ayuda en más de un problema.

http://tallerdeencuentros.blogspot.com/2012/01/arte-el-barro-formacion-creatividad-y.html
El amplio abanico de disciplinas de que disponemos nos da muchas posibilidades de ayuda en más de un conflicto, tanto en terapias para trastornos simples, hasta casos más profundos.No voy a hacer aquí más que una alusión campo amplio y sobre todo con muchas posibilidades en la medida en que lo trabajemos. No es mi especialidad, aunque sí diré que en mi corta experiencia impartiendo talleres aprendí algo que considero imprescindible. No sirve cualquier disciplina para cualquier persona. Me explico: considero que no deberíamos aplicar una disciplina sin dar opción al individuo a que elija aquella que más le convine. Por mucho que para nosotros una técnica sea la más adecuada para determinados problemas, tiene que ser el individuo el que la elija libremente. Es más, en ocasiones hay personas que no son conscientes del potencial creativo que tienen para una determinada técnica y la rechazan. No hay que forzar.
Sería que la elija libremente. Es más, en ocasiones hay personas que no son conscientes del potencial creativo que tienen para una determinada técnica y la rechazan. No hay que forzar. Sería caer en un terrible error.
http://www.conbarro.com/
Así todos los felinos son EL PODER, de la Tierra-, del Sol, etc..la serpiente –Agua , Lluvia o Tierra- y el ave- Cielo- además de una cantidad de animales varios. Cada cultura materializará estas imágenes con su propio criterio morfológico y toda su iconografía surge del CULTO AL AGRO . La cerámica precolombina es entonces   UN ARTE CONCEPTUAL EN LO QUE SE DICE IMPORTA TANTO COMO EL HECHO PLASTICO.Surge en primer momento como objeto doméstico y luego como objeto ceremonial .En algunos casos como los mayas fue además moneda social. Estas imágenes comunicantes también serán plasmadas en otros géneros plásticos como la escultura, la orfebrería ,la textilería y la arquitectura..  De todas las manifestaciones plásticas mencionadas, la cerámica es sin duda la más destacada, ya que todos los pueblos conocían su técnica, es decir que en mayor o menor cantidad, de peor o mejor calidad todos los pueblos realizaron cerámica, si bien algunos limitaron su fabricación por falta de combustible, ya que para realizar cerámica es necesaria la arcilla, el agua y el fuego .





LA CULTURA DEL BARRO

De igual manera opino que en el campo de la formación tenemos que actuar de la misma forma.Todo el mundo del arte y de la creatividad tiene que ser parte de una formación flexible. Forzar a un niño o a cualquiera a trabajar una técnica que rechaza no hará otra cosa que crear en él un bloqueo para la creatividad potencial que el sujeto tiene.

Me centraré en la formación con niños y sobre todo en la creación con barro puesto que es el tema que he trabajado durante años.
NIÑOS MODELANDO EN UN TALLER INFANTIL
Me diréis por qué el barro y no otro material. Primero, por el hecho de ser, como arriba menciono, el material con el que impartí durante años talleres para niños. Segundo porque creo que es uno de los materiales más primitivos y puros de cuantos se nos ofrecen para trabajar. También diré, que aunque mi trabajo personal fue fundamentalmente con torno eléctrico, en los talleres infantiles veo primordial el trabajo

a mano. Enseñar las técnicas primitivas desde la base y hacerles entender la simplicidad y a la vez grandiosidad del trabajo con barro

El hacer comprender a un niño que modela con elementos naturales las posibilidades que tiene a la hora de crear es un concepto muy interesante. Que sea consciente de la importancia de los elementos Tierra, agua, aire y fuego, en el caso de llevar a cabo todo el proceso, es importante y muy enriquecedor. Hacer que los niños entiendan que aunque existen cientos de materiales para modelar y hacer florecer su creatividad, lo puede hacer de la misma manera con algo tan sencillo como la tierra, es fomentar una unión del niño con la naturaleza, algo que debería ser primordial en este mundo de hoy en que la tecnología nos está apartando del trabajo manual y sobre todo está atrofiando de algún modo la creatividad.


PIEZA MODELADA EN UN TALLER INFANTIL
conbarro es una publicación anual que nace en 1998 dentro de un proyecto de trabajo con este material en La Rambla (Córdoba). Una revista donde se habla de la arcilla cualquiera que sea su estado, su forma y su finalidad. Se han publicado artículos de cerámica pero también de esculturas de barro crudo, de costrucciones de barro, de hornos de cerámica. Se aceptan todo tipo de propuestas en torno a este material, siempre que su calidad sea óptima. Sólo gracias a la buena voluntad de los colaboradores se hace posible este trabajo, del que nadie pretende sacar más beneficio que el del placer de llenar un lugar antes inexistente pronunciando una opinión, ofreciendo unos conocimientos, proponiendo un proyecto o comunicando unos resultado prácticos.
En el trabajo que llevé a cabo con niños tuve buena cuenta de hacerles comprender la riqueza de un material como la tierra que en combinación con los otros elementos es un todo para crear. Incluso a nivel de decoración podemos tomar como base los pigmentos naturales como así hacían los pueblos primitivos. Con una simple explicación y dejando rienda suelta a su imaginación solo necesitan una pequeña guía para que la creatividad se desborde

Y una guía importante para mi fue una pequeña joya del siempre genial ceramista argentino Jorge Fernández Chiti. Su pequeño manual “Cerámica para niños”, en mi opinión nunca pasará de moda. Muchos de los apuntes que aquí encontraréis pertenecen a este pequeño libro, lo mismo que algunas ilustraciones

Trabajar el barro
o    Sugerencias de proyectos creados en barro para el principiante: combina instrucciones claras con fotografías fáciles de seguir, paso a paso, e inspira con ejemplos de una extensa gama de colorida cerámica.
o    Cómo empezar, cómo hacer una pieza de cerámica, cómo hornearla y decorarla.
o    Incluye una breve historia de la cerámica y un glosario de términos específicos.
 
http://primitivefinearts.wordpress.com/2007/10/25/arte-y-barro
    El artista-artesano o cualquiera que explore el trabajo del barro utiliza los materiales y las técnicas de nuestros ancestros. El trabajo de la cerámica implica conocer todo el mundo y aprender sobre todas las épocas y culturas. En los últimos años, los científicos han descubierto nuevos elementos de la tabla periódica y han investigado los ya conocidos. Estos nuevos conocimientos han expandido la comprensión de lo que constituyen los productos cerámicos. Hoy en día existen muchos productos nuevos de cocción a alta temperatura y compuestos de materiales refractarios no arcillosos    
   Mediante su atractivo lenguaje, su profundo conocimiento e interminable entusiasmo, la autora, con la ayuda de su hija, promueve la creatividad y da lugar a una mejor apreciación de la más vieja de las artes
http://www.ciber-arte.com/escultura/barro.htm

http://arteydecoracion.net/el-barro-protagonista-encantadora-fachada-rustica.html

Muchas veces pensamos que una fachada rústica y mas aún una de barro da la imagen de desorden y poco estilo, pero echemos un vistazo a esta típica casa con la fachada de barro, sin duda emana la belleza de este sencillo pero encantador material.


Una mezcla perfecta que transmite un contacto directo con la naturaleza, y no podría ser para menos esta CASA DE BARRO que en realidad es un hotel está ubicado en una pequeña población a 30 km. de la ciudad del Cusco.
Sin duda, los propietarios han pensado muy bien y han tenido mucho cuidado en fusionar materiales que uno a uno transmitan la sensación de un ambiente rural.

Muros de barro en color natural, combinados con troncos de eucalipto a los audazmente no han quitado la corteza, lo que les da aun mayor apariencia pensado muy bien y han tenido mucho cuidado en fusionar materiales que uno a uno transmitan la sensación de un ambiente rural.
Muros de barro en color natural, combinados con troncos de eucalipto a los audazmente no han quitado la corteza, lo que les da aun mayor apariencia de rústicos, techos de teja, detalles en piedra y ventanas de importante dimensión que le otorgan el toque preciso de modernidad y elegancia.
Todo este conjunto de elementos rústicos rodeado jardines con coloridas flores de jardín y en macetas de cerámica con acabado rustico crean la perfecta sensación Todo este conjunto de elementos rústicos rodeado jardines con coloridas flores de jardín y en macetas de cerámica con acabado rustico crean la perfecta sensación de lo rustico: confort, calidez y tranquilidad.



http://www.ivon-vailakis.com/Ivon_Gordon_Vailakis/Criticas/Raul-Vallejo-Barro-blasfemo-irreverencia-arte-cotidiano.html

Barro blasfemo o la irreverencia del arte y lo cotidiano



Si lo que hacemos de nosotros mismos es una invención, la construcción del personaje que camina en nosotros, me imagino lo que soy o aquello que quisiera ser; y digo: que tengo o que quisiera tener —siguiendo algunas preguntas del cuestionario Marcel Proust— entre mis rasgos sobresalientes, paciencia china y perseverancia de tallador de piedra de iglesia colonial. Busco en una mujer la voluntad de vencer y en un hombre la sencillez; en ambos la transparencia, no de fantasma, sino de aire, la solidaridad desde las cosas simples, el sentido del humor consigo mismo y, por supuesto, la inteligencia sin arrogancia. Detesto la inconsecuencia en materia de ideales y desprecio a los gobernantes sanguinarios o incapaces de escuchar; me persigo y atormento por mi poca facilidad para olvidar las ofensas y por la permanencia sorprendente de viejos rencores; me aterro ante la desgracia de quedarme ciego de espíritu y no alcanzar a percibir mis propias estupideces; y soy indulgente, tal vez como una forma de curarme en salud, ante la cobardía y el ridículo. Querría tener en mi naturaleza el oído de un afinador de pianos, el paladar de un catador de vinos, y el inefable sentido de orientación con el que sobreviven en su cotidianidad los ciegos. Mi lema sigue siendo el que aprendí de Baden Powell, el fundador del movimiento scout, cuando tuve catorce años: “Dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo hemos encontrado”. Mi espíritu está en alerta permanente conmigo mismo, en rebeldía constante contra la intolerancia y en exaltación íntima con la noche.

Procuro comprometerme con la estética y la ética de un tiempo en que el arte lucha por no convertirse en mercancía y la ética por sobrevivir al cinismo asesino de utopías desde la pragmática del mercado. Como el ayunador de Kafka que no encontró comida que le gustara, yo escribo porque no he encontrado otra manera de ser y estar en la vida. Sé que al bucear en la condición humana me toparé con el dolor, el ansia, la explosión de un instante feliz, la tormenta del lenguaje; por eso, la escritura es una consunción personal que acepto como una forma de la plenitud. Y ya que no fui cello de un quinteto de música prebarroca o cantante de boleros cuyos discos sean martillados en las rocolas de ese último puerto del Caribe que es Guayaquil, soy un escritor que, en medio de una soledad vital, escribe porque no puede dejar de hacerlo.

Mi vida sin la literatura sería la vida de otro que no soy yo.


La fecundidad de la tierra es una llamada y una llamarada. A ella asisten los elementos prestos para que la vida germine. En ella se incendia la presencia múltiple del ser. Del beso de la tierra con el agua, el barro, como en el mito bíblico de la creación, se convierte en el dador de vida, en la materia hecha símbolo, ennoblecida por cuanto condensa el milagro por el que existimos. El barro como memoria de la nada desde donde fuimos
sacados por las manos de un creador; como dolor de la nada en la que nos convirtieron las manos de un destructor; como fiesta del todo que seremos, irreverentes ante la muerte por la persistencia vital de la palabra.

Ese barro primigenio de donde emergió la vida, ese barro simbólico de nuestra condición transeúnte, ese barro endurecido en el que impregnamos nuestra breve historia mundana. Esa mezcla de tierra y agua se disemina en la palabra de la poesía para convertirse en la realidad metafórica de los que soñamos de día. Ivón Gordon Vailakis, en Barro blasfemo nos convoca, desde un comienzo, a vivir impregnados, preñados de palabras que son paridas en la piel del texto poético: “Las palabras crecen, brotan, echan sus raíces dentro de mí, vivo en un embarazo continuo, mi vientre se conecta a otra vida, esa vida que me lleva a vivir otras vidas. […] Vivo embarazada y doy a luz continuamente.” (p. 9)


Ivón Gordon, partiendo de un exergo tomado de Edgar Allan Poe: “Aquellos que sueñan de día están conscientes de muchas cosas que se escapan de aquellos que sólo sueñan de noche,” trabaja la imaginería del sueño y la ubica como uno de los elementos esenciales de la vida embarazada de palabras: “Esa vida duerme el sueño de la memoria. Duerme y se despierta con el ritmo de la vida” (p. 9). Se trata, como sucede en todo trabajo creativo.

una tarea de hacer y deshacer, como la voz poética dice que trabaja el bordado de las dos almohadas: “Hay veces que el bordado se confunde y sin darme cuenta, / jalo los hilos para empezar de nuevo.” (p. 11). Es el sueño, ya no como fantasma, sino como presencia que acompaña, que da calor, que da vida a las cosas; y también, es el sueño como espacio que aguarda la realización de aquello que sucede en otro espacio, ese que el ser humano sabe inexorable: “Nada está afuera / del azar y la muerte. / Las manos descansan en los muslos, / como gotas de ámbar en el umbral de los sueños. (p.81)


Con dos elementos trabaja la poeta en su libro: la tierra y el agua. El uno como permanencia de la memoria del horror transformado en arte; el otro como purificación de lo cotidiano, como presencia que de un rito destinado a desacralizar el rito mismo y convertir en ritual aquello que pasa de largo ante los ojos de quienes únicamente sueñan de noche: “El agua cae como gotas de lluvia, / y se da la vuelta en el día.” (p. 32) La contemplación en el espejo del ser que ejecuta los actos cotidianos de limpieza personal en cada mañana termina convirtiéndolo en oficiante de un rito de purificación y lo transforma, metafóricamente, en el elemento del rito: “Eres el agua que borbotea / en la fuente a la entrada de la casa. / Eres como decir lluvia / llueve.” (p. 34)
 
 

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