El perro es un animal fascinante. Fiel, cariñoso, inteligente, simpático, alegre, siempre dispuesto a complacernos y a contagiarnos algo de su sentido lúdico de la vida. Puede ser un buen guardián, ayudarnos en nuestro día a día o convertirse en un excelente compañero de juegos que nos arrancará sonrisas sin darnos cuenta.
Existen muchos tipos de perros. Grandes, pequeños, de un color, de otro, con el pelo largo, con el pelo corto. Y del mismo modo, hay multitud de razas entre las que elegir a nuestro compañero, y también hay otros tantos que no pertenecen a raza ninguna, que son mestizos. Pero todos tienen algo en común… que son igualmente extraordinarios.

Los perros en la mitología
Los perros también están presentes en la mitología. Veamos someramentealgunos ejemplos:
* La mitología griega nos presenta a Cerbero, un engendro de tres cabezas que vigilaba la puerta del inframundo. Este perro, aparte de sus tres cabezas, poseía una serpiente como cola e incontables cabezas de serpiente que le nacían del lomo.
* En la mitología egipcia encontramos a Anubis, el dios chacal. Se le representa con morfología humana y cabeza de chacal o de perro; o bien como un cánido delgado de puntiagudas orejas y abundante cola. Anubis vino al mundo como resultado de los amores de Osiris y su hermana Neftis. Es el dios de los muertos, el que acompaña a los
fallecidos hasta el otro mundo. Se le conoce también como “El que abre caminos”, “El señor del país de la aurora” y “El señor del secreto”.
* Artemisa es la seductora, cuya juventud no se marchita con el paso del tiempo. Hija de Zeus y Leto. El dios Pan le obsequia con unos perros “más rápidos que el viento”, preparados para vencer incluso a leones. Artemisa hace su entrada en Roma con el nombre de Diana. Gobierna los bosques, donde la caza es abundante. En los idus de agosto (los idus eran días de buenos augurios), en la celebración en su honor, recompensa a los perros y da una respiro a los animales salvajes. Existen diversos templos en Roma dedicados a Diana. Uno especialmente tiene prohibida su entrada a los hombres, desde que uno de ellos quiso abusar de una mujer en su interior y los cánidos de Diana lo descuartizaron.
* El sagaz Ulises es hijo de Anticlea y Laertes. Con el paso del tiempo reina en Ítaca, y se casa con Penélope. Es un valiente guerrero y un diplomático al mismo tiempo, que opina que la inteligencia es el atributo más importante de un militar. Después de veinte años de batallas y encierros, regresa a Ítaca donde Penélope le espera. Vuelve ataviado con harapos pobres de vagabundo y nadie le reconoce, excepto su perro Argos, cuya longeva edad sólo le permite mover la cola.
* Lares son los dioses protectores, cuya ubicación en los cruces de caminos y en los hogares, proporcionan protección a sus habitantes. Júpiter, enamorado de la ninfa Yuturna, intenta hacerla suya utilizando todo su encanto y artimañas. Ella le rechaza. Júpiter implora su auxilio a las demás ninfas. Acceden todas menos una, que le cuenta
lo que ocurre a Juno (diosa de la maternidad y protectora de las mujeres). Este suceso encoleriza a Júpiter, que le corta la lengua y la manda a los infiernos. Por el camino abusan de ella y nacen gemelos, los dioses lares, deidades protectoras de las regiones. Se les simboliza como dos jóvenes acompañados de un perro.
* Los griegos pensaban que los perros que contraían la enfermedad de la rabia estaban dominados por entes malvados, sin embargo, los primeros cristianos culpaban al diablo de dicha dolencia.
* En julio de este mismo año, la policía multa a un individuo de Chipiona por lanzar a su perro por la ventanilla del coche. El sujeto simplemente dijo que no podía hacerse cargo del animal, el cual fue recogido por la protectora de animales “El Refugio”.
* 12 euros la hora es el coste de alquilar un perro en Tokio. Las encuestas desvelan que los ciudadanos japoneses son los más castigados por la soledad, por lo que en noviembre del año 2003 se inauguró “Puppy the world”, donde se puede alquilar un perro por horas.
* El olfato de los perros es un millón de veces superior al del ser humano. Mientras los cánidos poseen 220 millones de células olfatorias, las personas nos tenemos que conformar con 5 millones.
* Un maestro jubilado chino paga 10.000 euros por enterrar a su perro. Éste le siguió a su casa y el hombre, que vivía solo desde hacía cinco años, lo adoptó. A los tres meses moría el perro y el anciano quiso que sus exequias fuesen las mismas que se le dispensan a un miembro de la familia.
* Paul McCartney se negó en 2005 a ir a China, debido al bárbaro exterminio de perros que se produce en dicho estado. “Ni en sueños iría a China, como tampoco iría a un país que apoye el apartheid. Esto va contra todas las reglas de humanidad. ¿Cómo es posible que la nación sede de las Olimpíadas de 2008 trate a los animales de esta forma
tan terrible?”, declaraba el artista.
* Ern es el primer perro adiestrado en Inglaterra para ayudar en el hogar ante un suceso inesperado. Betty Williams va en silla de ruedas y Ern está preparado, entre otras cosas, para activar la alarma que avisa a la policía si hay fuego y el detector de humos se avería.
* En la primavera de 2001 salió a la luz un estudio que aseguraba que los niños que durante sus primeros doce meses de vida han estado en contacto con perros, o gatos, tienen menos probabilidades de padecer alergias. La investigación fue elaborada por científicos del Colegio Médico de Georgia en Augusta y el Sistema de Salud Henry
Ford de Detroit, Michigan. Aunque aclaraban que no es conveniente adquirir un perro si una persona ya es asmática.
* La revista Science informa en uno de sus artículos que el genoma humano es muy similar al del perro. De los cerca de 24.567 genes humanos conocidos, el perro comparte 18.473. Los canes pueden padecer alrededor de 400 dolencias hereditarias, y una gran parte poseen aspectos comunes con enfermedades del ser humano.
* Los romanos ya utilizaron la advertencia que actualmente vemos en tantos lugares “Cuidado con el perro”, solo que ellos lo escribían en latín: “Cave canem”.
* El Rey Sol, Luis XIV, encargaba a sus ayudantes que llevasen a sus perros preferidos sobre exclusivos cojines. Este rey dilapidaba fortunas en sus perros de caza, y presumía ante otros países de la hermosura de éstos.
* Arqueólogos descubren en Perú las momias de más de cuarenta perros junto a sus dueños. Este hallazgo se llevó a cabo en 2006, en el proceso de una excavación de dos de los pueblos Chiribaya, que habitaron en el sur de Perú entre los años 900 y 1350 d.C. Los especialistas aseguran que este descubrimiento ratifica dos hechos: lo que esta tribu apreciaba a sus perros, y que pensaban que había vida más allá de la muerte.
* En México se abre una cafetería para perros. Una mujer japonesa, casada con un chef mexicano, ha inaugurado este singular establecimiento donde las personas y sus acompañantes caninos pueden pasar un rato agradable, y los canes acceden a delicias culinarias expresamente preparadas para ellos.
* En 2001 la policía chilena recupera a un niño de 11 años que vivía con una jauría de perros en la calle, y se nutría de la leche de una de las perras y de los desperdicios que encontraba en las basuras.
* Especialistas de la Universidad de California, en Los Angeles, evidencian que en los escasos doce minutos que un perro está con enfermos del corazón, consigue mejorar la función pulmonar y cardiaca de estas personas.
* Estrabón, geógrafo griego del siglo I a.C., narró la historia del poblado etíope cinamolgi, cuyas personas tenían cabeza de perro y conversaban no con palabras, sino con ladridos.
Los perros de Pemba
Muchas veces pensamos que los acontecimientos se desarrollan en todas partes igual que en nuestra sociedad occidental, pero el mundo es muy grande y en muchos casos no es así. Pemba es una provincia autónoma de Tanzania, está envuelta por impresionantes arrecifes de coral, con los que parte de la población se gana la vida. El resto son
cazadores, pescadores o agricultores. A la mayoría de personas de esta isla no les gustan los perros y hacen todo lo
posible por mantenerlos lejos, a excepción de los agricultores y de los cazadores. Sin embargo, Pemba está repleta de perros. Gran parte de ellos sobreviven en los vertederos, comiendo desperdicios de la basura. Son solitarios o forman pequeños grupos con los que se desplazan. Cuando el número de cánidos aumenta demasiado, los militares se
hacer cargo de aniquilar a una gran parte. Los pemba son musulmanes y afirman que a Mahoma no le agradaban los
perros, y recomendaba no tenerlos cerca. Tienen la creencia de que en la nariz de los canes residen gérmenes dañinos y al tocarlos contraen enfermedades. Si un perro invade su hogar, Dios ya no podrá presentarse. Por lo tanto, tienen que purificar su casa, tanto física como espiritualmente, para poder recibir de nuevo a Dios en ella. Estos perros no dejan que las personas se acerquen a ellos, y si se le pregunta a un habitante de Pemba si le gustaría acariciar a uno de esos perros, responde que “¿Por qué va a querer alguien hacer algo así?”. Incluso los que declaran que sí les gustan los
perros, se niegan a tocarlos si hay gente conocida que pueda verlos.
El sexto sentido de los perros
Hoy en día ya es una evidencia que los perros detectan en sus dueños ciertas enfermedades. Todavía no se le puede dar una explicación científica, pero el hecho es ya innegable. En 2004 se publica en el British Medical Journal un artículo que afirma que distintos ensayos manifiestan que se puede enseñar a los perros a detectar el cáncer
de vejiga. Los científicos opinan que la finísima capacidad olfativa que poseen los canes, hace posible que puedan percibir olores que probablemente desprenden las personas que padecen determinados padecimientos.
Muchos dueños de perros aseguran que sus animales son capaces de percibir cuando están especialmente tristes o preocupados, y parece que no les falta razón. Pero aunque existe la certeza del hecho, no se sabe exactamente de qué manera lo detectan.
Algunos expertos opinan que la capacidad visual de los perros es importante a la hora de explicar estos sucesos, ya que los canes se fijan mucho en el lenguaje corporal de su compañero humano y cualquier cambio que a nosotros nos pase desapercibido, ellos lo pueden detectar y de ese modo adivinar nuestro estado de ánimo. Veamos otros casos
que hablan de un sexto sentido en los perros.
Bobby era el perro de un pastor de Edimburgo, corría el año 1858. El pastor fallece y se le da sepultura en el cementerio de Greyfriars. Bobby permanece catorce años junto al sepulcro de su dueño, del que sólo se aleja para buscar comida. En 1872, a su muerte, se le dedica una estatua como premio a su fidelidad.
Otro caso es el de Teresa Preston, de Suffolk, Virgia, y de su perro Jackson. Su marido era capitán de barco y llegaba a horas inesperadas a casa, pero esta mujer asegura que Jackson siempre sabía cuando iba a aparecer su dueño: “Llegaba a casa a horas extrañas. Cuando el barco había entrado en el puerto, Jackson se excitaba, iba a la
puerta y quería salir. La mayor parte del tiempo iba a sentarse al final de la acera y se colocaba de tal manera que quedaba mirando en dirección a dónde él sabía que aparecería el coche. Era tan infalible en esto –no podía yo dejar de percatarme- que a veces utilizaba su advertencia para retocarme el peinado y maquillarme antes de la llegada de mi marido. Si estaba preparando la comida y a punto de decidir para cuántas personas debía hacerla, utilizaba la predicción de Jackson para adecuar la cantidad”.
Perros en la actualidad
Hoy en día hay muchísima gente que tiene perro y, como siempre, hay quien merece tenerlo y quien no. Hay personas que entienden que es un miembro más de la familia, que a veces nos hará reír, otras nos enfadará y es seguro que en algunos momentos caiga enfermo y tengamos que gastar tiempo y dinero en su cuidado. Y es que hay una palabra fundamental cuando se tiene un perro, y esa palabra es compartir. Nuestro perro nos hará reír en muchos momentos, y no nos cuesta nada retribuirle sólo un poco de esa felicidad que nos proporciona cuidándole y queriéndole.
Pero hay quien no entiende las cosas así, y se procura un perro por motivos equivocados: es un regalo para el niño, para que me cuide el chalet, o simplemente por un capricho momentáneo. Ese animal jugará, lo morderá todo, soltará pelo, habrá que sacarlo a pasear para que se socialice y aprenda a hacer sus necesidades donde debe, etc.
Y acabará cansando, y probablemente abandonado en cualquier carretera. Y es sencillo buscar la razón de ese sufrimiento innecesario, porque no es otra que nuestra ignorancia e irresponsabilidad.
Tener un perro lleva consigo responsabilidades, y quien no esté dispuesto a asumirlas no debería tenerlo. Hay quienes abandonan a un perro porque está enfermo y no quieren gastar su dinero en el veterinario, o porque envejece y su torpeza molesta, e incluso hay quienes llegan al extremo de ir a una protectora de animales para cambiar su perro viejo por un cachorro, obviamente ninguna protectora seria se lo permitirá. Y es que, repito, hay gente que no se merece tener un perro. No se merece sus juegos, ni su alegría, ni su cariño, ni su lealtad. Un perro puede llegar a vivir hasta veinte años, aunque la media oscila entre los ocho y los quince años, y es mucho tiempo para hacer
las cosas sin pensar.
Pero también es cierto que hay una gran cantidad de personas que quieren a sus perros, los cuidan y los tienen como un miembro más de la familia, y no los abandonan cuando salen de viaje o se van al apartamento en verano. No se si el lector se habrá percatado, pero en las estaciones de servicio de las carreteras, cuando paramos a comer o a tomar un café, sobre todo en verano, casi nadie lleva a su perro y los que sí lo llevan, la gran mayoría de las veces son extranjeros. En este tema tenemos que aprender mucho de otros países, por ejemplo, en algunas autopistas de Europa hay un lugar con comida y agua para los perros que viajan con sus dueños. Eso es impensable aquí en España,
donde se utilizan las estaciones de servicio para repostar gasolina y de paso abandonar al perro. En fin, que como dijo Francisco González, periodista y Premio Planeta 1984, “Que los animales ya nos dan su carne, su piel, su pelo, su esfuerzo, su sangre, su amor  su compañía, y no hay razón para que encima nos den su sufrimiento”