miércoles, 4 de enero de 2017

REFLEXIONES KANAYAS PARA 2017,


Primeramente dar gracias por concluirlo y tener la fuerza y el aliento para continuar en el 2017. No doblegarse ante los problemas y obstáculos que se nos presentan, siempre ver hacia delante y ser positivos.
Porque hay personas que se apegan a la congoja como si fuera una virtud, y nada ganan, es mejor dejarla marchar con alivio y preferir el optimismo, que más que una virtud, es un Don.
Que sumado a lo que hacemos todos los días es lo que va haciendo camino, porque son los actos y no las palabras los que hablan por las personas, por más que se diga y se mienta, la verdad no se puede esconder.
Por más difícil que se presenten las cosas, hay que darse un compromiso con la vida, no perdamos el tiempo buscando respuestas a lo que no tiene preguntas. Se tiene que trabajar presente y futuro para salir adelante.
En segundo lugar, creo también que estamos aprendiendo, nos estamos familiarizando con unos medios nuevos que es evidente que ofrecen muchas posibilidades y que estamos lejos de haberlas explorado en su totalidad. Quizá lo más relevante para las organizaciones patrimoniales es que estos nuevos medios de comunicación que son las redes sociales son gratuitos y esta característica los hace radicalmente distintos a los medios de comunicación tradicionales. Una campaña de comunicación en radio, prensa o televisión sólo se la pueden permitir (y no siempre) los grandes museos, mientras que hasta el más pequeño museo se puede permitir el acceso a las redes sociales. En este nuevo escenario la eficacia del marketing cultural dependerá de la capacidad del equipo humano de la institución patrimonial y para que esa eficacia sea elevada será preciso que las instituciones cuenten con recursos materiales y con profesionales bien formados y remunerados y eso nos pone delante de dos cuestiones: ¿Está la formación post universitaria en España orientada a la formación de los nuevos perfiles profesionales que precisan y precisarán las organizaciones patrimoniales? ¿Existe en España un mercado laboral atractivo capaz de absorber a los nuevos profesionales del sector del patrimonio y, por tanto, capaz de motivarles a asumir el elevado coste que supone su formación post-universitaria? La respuesta a la primera pregunta es que no lo está de manera generalizada mientras que la respuesta a la segunda pregunta es un no rotundo.
Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a otra? Nadie, sólo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.
No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a cualquier persona que haga algo por nosotros. Un ejemplo muy claro es que cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.
Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que agradecer. Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su interior.



Nunca des las cosas por sentadas, di con palabras lo que sientes, muchas veces por perezosas no llamamos a la casa o a nuestros amigos y cuando llamas ya es tarde pues esa persona ya no está y lo peor es que ya no volverá, como cuando alguien que amamos se va de este mundo y no pudimos hablarle.
No dejemos nada para mañana, muchas veces puede ser demasiado tarde, hoy mismo agradece todo lo que han hecho por ti y empieza por decirle a Dios “muchas gracias Señor por darme un día más para enmendar mis errores” y después, a todas esas personas que hemos dejado de lado



Es de ilusos pensar que alguna vez podremos estar totalmente libres de problemas, pues siempre tendremos algo que nos incomode, nos robe el sueño, o nos haga sentir insatisfechos con la vida. Tan pronto resolvamos un problema descubriremos otro nuevo, o lo que es peor, presenciaremos el retorno de un problema que creímos ya superado. Tanto así que es lógico que en ocasiones nos desanimemos, perdiendo la ilusión por vivir el día a día, pensando que la vida ya no podrá sorprendernos ni alegrarnos…

Esos pensamientos no son buenos, no nos hacen bien, y tenemos que deshacernos de ellos pues si vamos a vivir, cosa que ya estamos haciendo, que sea con alegría y esperanza en cada nuevo día.
Después de todo, no todo es negativo, tenemos que aprender a valorar también las cosas buenas sin darlas por sentado.
 Aún quedan muchas sorpresas por ver, no demos nada por sentado, no pensemos que ya lo hemos visto todo y que la vida no nos puede sorprender… Nunca pensemos que estamos de vuelta de nada, no nos dejemos llevar por la tristeza del corazón ni nos sintamos desilusionados por lo que no hemos logrado. No seamos personas amargadas, aun cuando la vida nos trate mal, siempre busquemos dejar un bonito recuerdo en las personas que estuvieron en nuestro camino.


Las mejores COSAS de la vida NO son cosas, son SENTIMIENTOS. No se compran, se obtienen gratis. No se venden, se regalan...
No busques el amor verdadero, no existe, ni se encuentra... SE CONSTRUYE.
  No busques a alguien que resuelva tus problemas, busca a alguien que NO te deje enfrentarlos solo.
  Cambia las personas que te hacen perder el tiempo, por aquellas que te hacen perder la noción del tiempo.
  No hay que ser ingeniero para construir un amor, ni abogado para defenderlo o doctor para salvarlo. Sí se requiere ser sincero para conservarlo...
  SI y NO son palabras cortas, pero fuertes. La mayoría de nuestros problemas son por decir SÍ demasiado rápido y NO demasiado tarde.ç


Y  LO QUE   TENGO   , MUY  CLARO  ES  QUE:


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